Para el cuello de Rajoy una horca;
para el olvido una estatua en la fosa común de Lorca;
para madres fascistas deseo la obligación de abortar
aunque el pedófilo en su sotana
les diga que van por el camino del mal.
¿Y qué mal les ha hecho a ustedes el homosexual?
¿Creen que podrán curarlo a partir de su pila bautismal?
No se cura, porque no es una enfermedad,
a diferencia de lo que hace el cura
con niños de escasa edad.
Y así seguimos,
de escalada
hacia la incultura,
sustituyendo libros
por telebasura.
Y entonces
en mi cabeza
anida la duda:
¿ser impasiblemente feliz
o mantenerme fiel
a esta eterna lucha?
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